Luego de que el pasado miércoles la exvedette Susy Díaz declinará su precandidatura al senado por el partido de Somos Perú, su hija Flor Polo tomó su lugar en menos de 48 horas y se unió a la bancada de Patricia Li Sotelo.
Siguiendo los pasos de su madre en la política, ‘Florcita’ buscará un lugar dentro del Congreso. Al igual que ella en 1995, se presenta a campaña sin experiencia, sin preparación y sin propuestas visibles, pero con todos los reflectores encima. Lo cual parece ser el único requisito de Somos Perú.
El problema con este tipo de candidatos no solo recae en la falta de preparación para asumir un cargo político, o sus vínculos con el mundo de la farándula, sino los intereses que vienen detrás.
El nuevo cargo no solo trae consigo las responsabilidades legislativas, sino que un jugoso sueldo de casi 30 mil soles, que además está en camino a ascender a 42 mil soles, gracias a la propuesta realizada por la Comisión de Constitución.
La candidatura de Flor no ocurre en el vacío. Responde a la estrategia política impulsada por Li Sotelo, pieza clave para que José Jerí asumiera la presidencia de la República.
Su poder no viene de la popularidad, sino de su capacidad para articular, y es ella quien —como señalan fuentes periodísticas— habría reunido los apoyos necesarios para colocar a Jerí en Palacio.
Por ello, la precandidatura de Polo no es una anécdota simpática: forma parte de una estrategia mayor para garantizar presencia, blindaje y continuidad del partido en un contexto altamente incierto.
El partido utiliza la estrategia que llevó a la misma Susy Díaz al congreso. Al ser un personaje colorido, extravagante y público, esto jugará un papel clave en la visibilidad en campaña.
Dejando en evidencia de cómo los partidos están dispuestos a sacrificar la capacidad técnica a cambio de permanencia, pantalla o simple cálculo electoral.
Asimismo, es importante tomar en cuenta que con la nueva bicameralidad dentro del Congreso, se va a establecer un nuevo orden dentro de la institución estatal. Ahora contamos con la Cámara de Diputados, compuesta por 130 miembros, quienes se van a encargar de legislar leyes, acusar e investigar a los funcionarios, mientras que el Senado, integrado por 60 miembros, se va a encargar de revisar, ratificar y elegir a las diferentes autoridades del gobierno.
Es decir, en caso ‘Florcita’ llegue a alcanzar un peldaño en el Congreso, esta se encargaría de encarar procesos fiscales, acusatorios e investigativos contra autoridades públicas.
¿Usted cree que nuestro país se merece este tipo de personajes en el gobierno?
Estas elecciones generales van a dar mucho que hablar. Con 43 partidos en carrera, en plena crisis política, la reinstauración de la bicameralidad en el Congreso, tensiones sociales y altos índices de criminalidad.
En este panorama, el voto debe ser más exigente que nunca. No podemos permitir que el Congreso se convierta otra vez en un escenario de farándula donde la improvisación sustituya la técnica.
Hoy, más que nunca, debemos mirar más allá del nombre y exigir capacidades reales.







