El pasado 15 de noviembre del presente año, siete líderes religiosos fueron arrestados frente a una instalación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) en Broadview, Illinois, durante una protesta pacífica que exigía el cierre de las “cárceles migratorias” y el fin de la criminalización hacia la población migrante.
Entre los detenidos se encontraban pastores, sacerdotes y rabinos pertenecientes a diferentes confesiones religiosas, quienes se han convertido en las principales voces denunciantes de las condiciones inhumanas a las que son sometidos los migrantes detenidos en Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. La acción se enmarca en la crítica a la Operación Midway Blitz, la nueva política implementada desde septiembre de 2025 que busca endurecer los arrestos de indocumentados y reprimir las llamadas «ciudades santuario».[1]
El trato recibido durante el arresto subraya la deshumanización que denuncian. El reverendo Michael Woolf relató que, al pedir que le aflojaran las esposas de plástico que le causaban entumecimiento, uno de los agentes respondió: “Nadie quiere hablar contigo, cállate la boca.” Conmovido, Woolf declaró más tarde: “Es parte de la naturaleza deshumanizante de esto, y me da mucha claridad sobre lo que está sucediendo aquí. Es realmente una emergencia espiritual.”
veronicadelacruztv
— Jonathan Harvey (@LCBline) November 15, 2025
Pastor Slammed to the Ground by ICE, Police at Broadview Facility, Chicago
Rev. Michael Woolf, pastor at Lake Street Church of Evanston. pic.twitter.com/UmGK4XuQmZ
Este acto de resistencia no es aislado, sino que pertenece a una larga trayectoria de activismo interreligioso que se remonta a la década de 1980, cuando diversas iglesias cristianas crearon el Sanctuary Movement (Movimiento Santuario) para ofrecer refugio a migrantes latinoamericanos que huían de dictaduras militares y conflictos armados. En la actualidad, este legado se mantiene vivo a través de templos, sinagogas y comunidades que abren sus puertas a migrantes perseguidos por las políticas antiinmigrantes.
Lo ocurrido evidencia cómo, en Estados Unidos, la fe también puede ser una forma de resistencia política. Frente a la retórica que criminaliza al migrante, la cual fue alimentada por sectores ultraconservadores que asocian inmigración con inseguridad, los líderes religiosos reivindican un mensaje de compasión hacia los más vulnerables.
[1] Las ciudades santuario es un término utilizado para referirse a los municipios que limitan o niegan su cooperación con el gobierno central en la aplicación de la ley de inmigración.









