Grecia Oré Gutiérrez, abogada de profesión, asumió hace apenas unos meses la conducción del programa Tendencias en Bethel TV, tras la abrupta salida de Francisco de Piérola, quien fue vinculado públicamente con la modelo y actriz trans Javiera Arnillas.
Desde 2022, Oré mantiene vínculos laborales con Bethel, donde ha venido escalando posiciones hasta convertirse en el nuevo rostro del programa. Su perfil, sin embargo, no proviene del periodismo sino del derecho, y esto se nota en la forma en que aborda los temas.
Durante una pasada emisión del programa, dejó una serie de declaraciones que han generado cuestionamientos sobre su objetividad periodística y, de paso, sobre la línea editorial de Bethel.
En un pasaje de la entrevista, Oré afirmó:
“Sinceramente a mí no me gusta dar pantalla a personas que no piensan igual que nosotros [Bethel]… no le doy cabida porque no me representan, no piensan igual que yo.”
La frase trasciende lo personal: revela una visión de selectividad editorial que choca con la idea de prensa libre y plural. Si se decide quién merece micrófono en función de afinidad ideológica, ¿cómo garantizar que voces críticas o miradas diferentes tengan espacio?
En otra intervención, Oré advirtió sobre “la amenaza para la democracia” que implicaría “incentivar y adoctrinar ideológicamente la mente de los jóvenes… Espero que esas personas puedan tener discernimiento.” Aquí ya no solo opina: coloca a su espacio en un rol moralizante, más cercano al activismo que al periodismo.
Es razonable que una joven con formación en leyes salga en defensa de su postura. El problema no es su profesión, sino la forma en que ejerce el periodismo: decidir qué voces “representan” o no, filtrar la agenda, marcar límites en la conversación pública. Esa práctica compromete la credibilidad y la convierte más en vocera que en periodista.
La salida de De Piérola abrió la duda sobre si Bethel buscaba un reemplazo capaz de sostener un discurso alineado con la línea del canal. Que Oré declare abiertamente que no dará “pantalla” a quienes piensan distinto confirma que esa no es una casualidad, sino una estrategia.
El periodismo exige interrogar con rigor, abrir espacio a la discrepancia, incomodar al poder y resistir la tentación de imponer filtros ideológicos. Que Grecia Oré se presente como jueza de quién “merece” pantalla no es un detalle menor: es un síntoma de cómo se concibe la información en Bethel.
