Esta semana inició el esperado juicio de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán de la Puente, acusada de asociación ilícita y lavado de activos. El proceso ha generado diversas opiniones y cuestionamientos en torno al papel de la Fiscalía y a la demora de la justicia.
En el programa Tendencias de Bethel TV, el excongresista de Acción Popular, Víctor Andrés García Belaúnde, criticó duramente la tardanza del Ministerio Público en avanzar con el caso, en particular al fiscal José Domingo Pérez.
“Hay una complicidad manifiesta de postergar las cosas o dejarlas para después. Estos juicios son muy importantes… juzgar a un personaje importante de nuestro país hay que hacerlo rápidamente, porque son figuras delictivas que generan confianza o desconfianza en la ciudadanía. La justicia que tarda, no es justicia”, afirmó.
El debate se intensificó cuando el programa presentó un extracto de las declaraciones del actual alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien pidió a Villarán que admita su responsabilidad:
“Declárese culpable, diga la verdad, limpie su conciencia. Diga: yo recibí coima y se acaba toda esta mafia”.
Sin embargo, el también empresario omitió mencionar que, durante la gestión de Villarán, sus propias empresas se habrían beneficiado con contratos directos por más de 1.5 millones de soles a través de la Caja Metropolitana de Lima. Ya que, entre 2012 y 2013, la Municipalidad suscribió —sin concurso público— contratos con ACRES Sociedad Titulizadora y ACRES Finance SA, ambas empresas pertenecientes a López Aliaga, según reveló un informe de Lima Gris.
La conductora del programa, Grecia Oré, también se mostró severa contra la exalcaldesa:
“Lógicamente hay dinero que está siendo robado. Cuanto más presupuesto pueda ascender una obra, el corrupto va a aprovechar la forma de poder robar”.
A lo que García Belaúnde replicó:
“Quien llevaba los proyectos al Estado eran los corruptos… esas obras faraónicas que no sirven para mucho, cuando hay otras prioridades”.
El señalamiento es válido en tanto el caso Villarán debe esclarecerse y sancionarse con rapidez.
Sin embargo, el programa reflejó un sesgo evidente: se exige justicia con dureza contra la exalcaldesa, pero se omiten los cuestionamientos que también recaen sobre el actual alcalde de Lima.
¿El tratamiento «periodístico» en Bethel TV será igual de incisivos con todos los actores políticos?









