El pasado 17 de septiembre, el alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga, solicitó una reunión privada por el Papa León XIV. Sin embargo, el encuentro no pudo concretarse por razones internas. En un primer momento, López Aliaga alegó que este episodio era una “maniobra política” orquestada por el entorno de la presidenta Dina Boluarte y los medios afines a Gustavo Gorriti, quienes buscaban perjudicarlo. No obstante, en una entrevista del día 21 de septiembre, cambió su versión y decidió responsabilizar a José Enrique Escardó, presidente de la Red de Sobrevivientes Perú y víctima de los abusos perpetrados por el Sodalicio de Vida Cristiana.
En una entrevista para Canal N, López Aliaga calificó a José Luis Escardó como “satanista” y afirmó que las cartas enviadas por Escardó mediante la Red de Sobrevivientes de Abuso habrían impedido que él pudiera reunirse con el Papa y entregarle las Llaves de la Ciudad de Lima y el Varayoc, símbolos de la capital. “Escardó tenía una entrevista, este chico, él es satanista…declarado, pero manda cartas difamándome y ha mandado varios, entonces mezcla lo que es ya mi vida interior, ya mi vida personal con tema político«.
El socio del Sodalicio López Aliaga ahora me echa la culpa de que el papa lo choteó cuando su versión anterior era que él se había largado para no caer en una emboscada diplomática de Dina, Gorriti y la Cancillería. Que se ponga de acuerdo consigo mismo. pic.twitter.com/r6VPWxryPX
— 𝔧𝔢𝔢𝔰𝔵𝔬𝔯𝔠𝔦𝔰𝔪𝔬 (@JEESxorcismo) September 20, 2025
Frente a estas acusaciones, Escardó respondió enfáticamente que no es satanista y acusó al alcalde de “difamarlo” y de utilizar un discurso victimista para desacreditar a quienes denuncian los vínculos económicos y personales con los miembros del Sodalicio.
La carta que López Aliaga tildó de “difamatoria” advertía al papa León XIV sobre los negocios del alcalde con propiedades ligadas al Sodalicio, incluidos cementerios administrados por la empresa Acres. También recordaba sus ataques a periodistas y demás investigadores del caso, lo que, según los denunciantes, contrasta con el compromiso del Vaticano de apoyar a las víctimas y defender la libertad de prensa.
Esta es la carta enviada al papa por la Red de Sobrevivientes Perú @sobrevive_peru, firmada por mí como presidente (no es una carta mía solamente). Que el socio del Sodalicio López Aliaga sustente en qué parte hemos usado su vida personal y lo hemos difamado, como ha declarado. pic.twitter.com/G1UCubzIp4
— 𝔧𝔢𝔢𝔰𝔵𝔬𝔯𝔠𝔦𝔰𝔪𝔬 (@JEESxorcismo) September 21, 2025
El episodio agrava la tensión entre el alcalde limeño y las organizaciones de víctimas, y pone en evidencia el patrón del discurso de López Aliaga: la constante búsqueda de enemigos, tanto internos como externos, a quienes responsabiliza cuando sus proyectos políticos no resultan como esperaba.
De igual forma, se observa como recurre al lenguaje religioso para deslegitimar a sus críticos o “enemigos”, instrumentalizando la fe y conceptos extremos como “satanismo” para movilizar a sus seguidores en contra de Escardó y reforzar su identidad política vinculada al catolicismo conservador.
El Caso Sodalicio
El Sodalitium Christianae Vitae (SCV) fue fundado en Perú en 1971 por Luis Fernando Figari. En 2015, investigaciones periodísticas y testimonios revelaron un patrón sistemático de abusos sexuales, psicológicos y de poder dentro de la organización. El escándalo tuvo repercusiones internacionales y buscó que el Vaticano interviniera directamente.
En 2024, el papa Francisco dispuso su disolución, y el actual pontífice, León XIV, ha reafirmado la política de “tolerancia cero” frente a cualquier forma de abuso dentro de la Iglesia. El caso es considerado uno de los mayores escándalos de la Iglesia Católica en América Latina.










