El régimen de Isaias Afwerki, en Eritrea, es hoy uno de los países más cerrados y militarizados del mundo, donde la libertad religiosa es prácticamente nula. En este contexto se dió la detención arbitraria de siete líderes religiosos, quienes han permanecido encarcelados por más de dos décadas sin juicio ni derecho a defensa.
En respuesta, el pasado 21 de agosto, defensores de la libertad religiosa se movilizaron frente a la Embajada de Eritrea en Londres para exigir su liberación, en el marco de la campaña global Voces por la Justicia.
Esta protesta fue acompañada por eventos de solidaridad en países como Bélgica, Brasil, Italia, Finlandia, Nueva Zelanda, Nigeria, Suiza y Estados Unidos.
Los 7 detenidos son destacadas figuras en sus respectivas iglesias y comunidades, quienes llevan más de 20 años detenidos, estos son:

- Reverendo Haile Naizge, presidente de la Iglesia del Evangelio Completo, y Dr. Kuflu Gebremeskel, presidente de la Alianza Evangélica de Eritrea, ambos arrestados el 23 de mayo de 2004.
- Reverendo Million (Meron) Gebreselassie, pastor de la Iglesia Evangélica Rhema y anestesista en Massawa, detenido el 3 de junio de 2004.
- Dr. Futsum Gebrenegus (único psiquiatra del país en ese entonces), Dr. Tekleab Menghisteab (médico muy respetado) y Reverendo Gebremedhin Gebregiorgis, todos sacerdotes ortodoxos asociados al innovador movimiento Medhane Alem, detenidos el 19 de noviembre de 2004.
- Reverendo Kidane Weldou, pastor principal de la Iglesia del Evangelio Completo, secuestrado en Asmara el 18 de marzo de 2005.
Y aunque el gobierno de Eritrea nunca ha presentado cargos concretos contra ellos, los guías espirituales fueron detenidos porque representaban comunidades autónomas que escapaban del control estatal.
Según la Red de Radiodifusión Cristiana, estos se encontrarían recluidos en el Centro de Investigación Criminal de Wengel Mermera, una de las cárceles más temidas de la región.

Este fenómeno no se trata solo de la represión a grupos minoritarios no registrados, sino de un control férreo incluso sobre las cuatro religiones oficialmente permitidas: la ortodoxa, la católica, la evangélica luterana y el islam sunita.
Diferentes medios afirman que cualquier líder o fiel que actúe con independencia, critique al régimen o defienda derechos humanos puede ser arrestado, torturado o desaparecer, sin importar su confesión. Por lo que la CSW ha calificado a Eritrea como uno de los peores países para la libertad religiosa en el mundo.
Este caso visibiliza una opresiva realidad, en Eritrea, creer fuera de las estructuras controladas por el Estado es un acto de resistencia. La búsqueda de su liberación no es solo un reclamo por justicia individual, sino un símbolo del derecho a la fe y a la libertad en un país donde ambas siguen siendo reprimidas