Con motivo del día de la independencia de Ucrania – 24 de agosto – el papa León XIV envío una carta al presidente Volodímir Zelenski, expresando su preocupación y solidaridad con el pueblo ucraniano. El mensaje, difundido por el Vaticano, se convierte en un nuevo gesto de apoyo en medio la guerra que continúa devastando el país.
“Con un corazón herido por la violencia que arrasa vuestra tierra, me dirijo a ustedes en esta jornada de su fiesta nacional”, escribió el pontífice, extendiendo su ferviente oración por los heridos, los que han perdido seres queridos y aquellos relegados de sus hogares. “Que Dios los consuele, fortalezca a los heridos y conceda descanso eterno a los difuntos”.
El Papa también hizo un llamado a la paz y al diálogo “que el estruendo de las armas se calle y dé paso al diálogo, abriendo el camino a la paz por el bien de todos”. Posteriormente, concluyó su mensaje antes de encomendar a la nación ucraniana a la Virgen María, Reina de la Paz, confiándola a su maternal intercesión.
El presidente Zelenski compartió públicamente esta misiva en su cuenta de X, expresando: “Estoy sinceramente agradecido a su Santidad por sus atentas palabras, sus oraciones y su cercanía con el pueblo de Ucrania en medio de esta devastadora guerra. Apreciamos su liderazgo moral y apoyo apostólico”.
I am sincerely grateful to His Holiness for his thoughtful words, prayer, and attention to the people of Ukraine amid devastating war. All of our hopes and efforts are for our nation to achieve the long-awaited peace. For good, truth, and justice to prevail. We appreciate… pic.twitter.com/QeO2u43jiY
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) August 24, 2025
Este gesto del Papa se suma a sus reiterados llamados a la paz de Ucrania. Días antes, el pontífice había convocado a una jornada de ayuno y oración por el fin de la guerra, reafirmando la postura de la Santa Sede de favorecer el diálogo y condenar la violencia. En reiteradas ocasiones, el Vaticano ha intentado posicionarse como un mediador moral y espiritual, manteniendo un delicado equilibrio diplomático mientras aboga por el fin de la guerra.
De esta manera, la carta de León XIV no solo se lee como un saludo protocolar en el aniversario de la independencia, sino como un recordatorio a la comunidad internacional de que la paz requiere voluntad política, reconciliación y compromiso colectivo.