Un trágico hallazgo ha confirmado la grave tendencia de desapariciones forzadas de líderes evangélicos en Colombia. En una región marcada por la violencia armada, se descubrió una fosa común con los restos de siete líderes cristianos y el familiar de una de las víctimas, un evento que ha cobrado una importancia preocupante en la comunidad.
Según la organización International Christian Concern, los líderes y pastores fueron secuestrados en una zona rural de Guaviare, un área con fuerte control de grupos armados ilegales. Las víctimas se encontraban en una misión religiosa y comunitaria cuando fueron citadas por el grupo criminal Frente Armando Ríos, una estructura de las disidencias de las FARC. Bajo el pretexto de una supuesta investigación sobre la creación de una «cédula» de la organización guerrillera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) fueron posteriormente ejecutadas.
Con el acompañamiento de la Fuerza de Despliegue Rápido #11 del Ejército Nacional, la Fiscalía General de la Nación recuperó los cuerpos de ocho líderes sociales y religiosos en una fosa común ubicada en la zona rural de Calamar, Guaviare. El hallazgo se produjo tras activar… pic.twitter.com/688K4JV9Vi
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) July 1, 2025
Las desapariciones son un mecanismo de terror que no solo elimina líderes visibles, sino que busca infundir miedo en las comunidades para impedir su organización y denuncia de abusos. La Defensoría del Pueblo de Colombia ya ha alertado que el 71% de los municipios del país se encuentran bajo amenaza por los grupos armados, lo que representa un riesgo sumamente elevado para la organización y participación de la población civil.[1]
La falta de acción efectiva del Estado colombiano agrava la crisis, dejando a su población desprotegida y sin acceso a la justicia. Este escenario de vulneración a la libertad de culto no es un nuevo; ya en agosto del 2024, la Defensoría del Pueblo declaró urgente la necesidad de implementar políticas de protección para líderes religiosos amenazados por los grupos armados.[2] La libertad religiosa es un derecho fundamental consagrado en la Constitución y en la Ley Estatutaria 133 de Colombia, por lo que es imprescindible formular políticas que garanticen su ejercicio pleno.
Ante esta impunidad, diversas organizaciones internacionales han instado al gobierno de Colombia fortalecer la protección de líderes religiosos, garantizar investigaciones ágiles y brindar apoyo a las familias de las víctimas.
La desaparición y asesinato de líderes cristianos en Colombia es una tragedia humana que evidencia los profundos desafíos que aún enfrenta el país para garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos. La violencia armada no puede seguir violando impunemente los derechos que la ley promete proteger.
[1] Defensoría del Pueblo de Colombia. (12 de diciembre de 2024). Defensoría del Pueblo alerta porque el 71% de los municipios colombianos está amenazado por grupos armados. Defensoría del Pueblo [sitio web]. Recuperado de: https://www.defensoria.gov.co/-/defensor%C3%ADa-del-pueblo-alerta-porque-el-71-de-los-municipios-colombianos-est%C3%A1-amenazado-por-grupos-armados
[2] Defensoría del Pueblo de Colombia. (12 de agosto de 2024). Son imperativos programas de protección para líderes religiosos amenazados en Colombia. Defensoría del Pueblo [sitio web]. Recuperado de: https://www.defensoria.gov.co/-/son-imperativos-programas-de-protecci%C3%B3n-para-l%C3%ADderes-religiosos-amenazados-en-colombia